Fotógrafo por vocación y escéptico por degeneración.
A los 16 añitos comienza a interesarse por la fotografía y se libera, por fin de la opresión del pecado.
A los 22 se compra su primera cámara réflex con el esfuerzo de su trabajo.
A los 24 comienza su andadura fotográfica, siempre tortuosa, de forma autodidacta.
Considera su mayor logro el poder transcribir literalmente lo que tiene en el pensamiento al soporte fotográfico.
Se precia de saber tratar a las personas aún en situaciones límites, para que se sientan cómodas.
Hace muy poco sufrió un accidente laboral - así puede considerarse - durante una conversación con un crítico de arte, estuvo escuchando tantas gansadas que el testículo derecho le estalló en un incontrolado ataque de risa...
Se ha prometido a sí mismo por su propia integridad física y mental nunca más hablar de estos temas con semejantes elementos.
Su opinión generalizada - salvo honrosas excepciones - sobre directores de museos, galeristas, comisarios y otras gentes adyacentes de disipado vivir y dudoso conocimiento, se la reserva, porque al día de hoy lo único que le sobran son enemigos.
Es un apasionado de los libros, la música, del buen comer y del sexo.
JAM Montoya ha mantenido actividades diversas dentro del ámbito fotográfico como creativo, investigador y docente. Ha impartido clases en diferentes centros y cursos académicos en La Universidad de Extremadura: "Interpretación fotográfica de la luz", "Iluminación de interiores", así como conferencias: "Sobre la creatividad", "Motivación para la imagen y el estímulo visual", "La razón de una obra", "Ciencia, arte y religión", "Cualidad de la forma", "La identidad", "Libertad de represión (1er. Concilio Ateo Internacional de Toledo), etc.
Su labor docente también ha versado sobre fotografía aplicada a restauración de obras de arte y conservación de archivos fotográficos, dirigida a especialistas en arte y patrimonio. Su obra ha sido motivo de debate en congresos universitarios y tema de investigación en memorias de Licenciatura y tesis doctorales.
"Una fotografía no es un poema, una sinfonía o una danza, no es una imagen bonita o sentimentaloide ni un conjunto de técnicas encaminadas a la pura calidad del positivado. Una fotografía es o debería ser, una afirmación penetrante de nuestro mundo interior que impresiona por su impacto y excita la imaginación."
Su página Web: JAM MONTOYA
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