El Currículum de un fotógrafo
Pedro
Taracena Gil
Madrid
1944
Fotógrafo
vocacional, compró su primera Kodak Instamatic en Bilbao a los 23 años y desde
entonces lo ha fotografiado todo. Tomando prestado el laboratorio de su hermano
y después de asistir a su primer curso sobre fotografía en el Ministerio de
Cultura, dirigido por Benito Juárez, se perdió muchas horas en él luchando para
dominar, sin conseguirlo, la técnica de las zonas. Más tarde, descubre
la Real Sociedad Fotográfica de Madrid, conociendo el espíritu y la obra de la
llamada Escuela de Madrid. La Real le permite asistir a un taller “Del retrato
al autorretrato” de Antonio Tabernero; considerando este evento como un punto
de partida para abordar el concepto del retrato. Comparte la actividad de este
taller con Dámaso Mirón, a quien considera su amigo y maestro. También
participa en dos talleres de revelado en blanco y negro de José Frisuelos. Ha
colaborado en algunas exposiciones colectivas impulsadas y presentadas por la
Real y ha publicado algunos trabajos en el Boletín de esta institución. Así
como en su página Web. La revista FOTO ha tenido a bien publicar y hacerle una
crítica de alguno de sus trabajos. Para este fotógrafo vocacional, la
literatura es la narración de una imagen, de una escena y el retrato es el
relato de una historia. Ambos, la literatura con su imaginación y la imagen con
su creatividad, son lenguajes de una misma expresión. Retratar la percepción,
la belleza y la libertad. Ha tenido como maestro a Juan Vicente Gómez Gómez, abogado,
periodista y fotógrafo de la Escuela de Fotografía de Caracas, sobre todo en su
lección magistral a la hora de abordar el desnudo, como un hecho en libertad y
ausente de prejuicios. Ha colaborado a fraguar su personalidad libre como
fotógrafo, el maestro de fotógrafos y director de la Galería de la Escuela
Argentina de Fotografía, Ramón García y el pintor y fotógrafo mexicano
Sebastián Moreno Coronel. Se considera atípico, sólo ha sido profeta en su
ambiente. En la multinacional donde trabaja, asiduo en la cita anual de
fotografía y en el pueblo donde ha vivido sus 14 primeros años de su vida,
captando con su cámara al pueblo que era y que ya nunca volverá a ser. Parte de
las imágenes de esta villa, sólo existen en su colección personal. Y en la Web
de la Real ha tenido colgado un reportaje periodístico ilustrado con sus
propias imágenes. Sus grandes referenciales son: Robert Doisneau, el fotógrafo
de la calle. Robert Capa, el reportero comprometido y Robert Mapplethorpe, la
expresión de la libertad más pura. ¿Proyectos? Para este fotógrafo, la propia
actividad fotográfica genera iniciativas sobre el propio devenir de la
observación, la contemplación y el saber mirar. Trabaja sobre la dualidad de
ilustrar textos naturistas con imágenes, como respuesta integral del ser humano
en libertad. Tiene escrito aún inédito en manos del Ayuntamiento de su pueblo
con 35 fotografías de apoyo, unas Crónicas que reflejan la situación etnológica
de la década de los cincuenta. Dispone como colección personal de cerca de
ochenta ampliaciones, muchas de ellas reveladas en blanco y negro por el taller
de Frisuelos y otras hechas por él mismo. Fotografías enmarcadas en cartulina
40x50 cms, comprendiendo imágenes tomadas desde los años 70, su viaje a Kabul,
hasta la actualidad. La mayoría son
fotografías desechadas y descalificadas de una infinidad de concursos. El autor
ha escrito un texto donde explica que estas imágenes son consideradas por él
como la obra de un poeta maldito. Los jurados han considerado sus
imágenes como canónicamente incorrectas. Pero lejos de avergonzarse de ellas y
esconderlas como el que esconde un familiar estéticamente poco agraciado, las
muestra como la expresión subjetiva de la libertad. No obstante, su producción
fotográfica asciende a más de 10.000 imágenes conservadas en 225 portafolios. A
lo largo de su vida, jamás se ha planteado hacer de la fotografía su profesión.
Sin embargo, si ahora tuviera 18 años esta vocación larvada sería,
conjuntamente con el periodismo y la narrativa corta, su verdadera opción. Este
autor considera intrínsecamente unidos, el texto y la imagen. Este fotógrafo
estima que debe ser capaz de narrar una historia con su cámara y de igual
manera, describir todo aquello que percibe en una imagen con su pluma. En el
fondo, opina que son caras de una misma moneda, atrapar la luz en una cámara
oscura, que articular la percepción de las imágenes a través de la palabra. Dos
formas de contemplar la belleza. El verbo y la imagen.
Es una Biographia muy interesante ahora sabe mucho más de una gran personalidad ,amigo y amante de mi corazón . muchissimo gracias mi amigo de vita .
ResponderEliminarMuchas gracias amigo
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